El Río de las Perlas cuenta la historia de un ciudadano chino, Fei Hong Zhao, quien siempre quiso integrarse en la sociedad donde vive. Tras el extraño asalto perpetrado por unos encapuchados a su tienda en la calle León de Madrid, conocerá a una empresaria gallega, Sara Broncano, quien le impulsará a regresar a la ciudad de Guangzhou —de donde vino—, para aclarar ciertos aspectos oscuros sobre lo ocurrido. A partir de ese momento, el lector va descubriendo una trama internacional de espionaje y corrupción a través de un relato trepidante que va más allá de la novela tradicional de suspense.
Puente de la bahía de Hangzhou, 30/10/2021
De lo que allí ocurrió nada sé, pero sí sé que lo que yo hice aquí precipitó los acontecimientos.
Fue después cuando supe que costó mucha sangre, allí y aquí.
Yo soy chino y me siento chino, aunque hubo un tiempo en que estuve perdido, desorientado y sin encontrarme. Pero ya no ahora no.
Hoy, en la bahía de Hangzhou, la fuerza magnética de la luna tira del manto que cubre el mar de China, levanta la masa marina y la empuja contra la corriente oscura del bajío, dando lugar a un poderoso macareo de las aguas de la bocana del río. El fenómeno es un espectáculo incomparable de la naturaleza, que nos sobrecoge a cuantos venimos a verlo.
Me impresiona siempre que lo observo y, aún más, cuando lo contemplo, como ahora, desde el puente, durante este hermoso atardecer a mediados del octavo mes del año del tigre.
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Comentarios de lectores
Muy recomendable
No te deja indiferente. Me atrapó desde el primer momento.
Maestría del autor
Durante el transcurso de la obra, el autor consigue mantener constantemente el interés del lector, y la intriga va en aumento a base de pinceladas realizadas con maestría en casa capítulo. Y, muchas sorpresas inesperadas.
Sobre el Río de las Perlas
EL RIO DE LAS PERLAS
Ya he leído toda la novela. Si comparamos la novela con una moto, podemos decir que todos los elementos principales, como el motor, engranajes están perfectamente diseñados y funcionan muy bien; respecto al carenado (ambientes y lugares) cumple una función perfecta para el funcionamiento y la marcha de la moto.
Durante el transcurso de la obra se mantiene constantemente el interés, y la intriga va en aumento a base de pinceladas realizadas con maestría en cada capítulo. Y, algo muy interesante, algunas sorpresas inesperadas.
Nos describe de manera muy acertada y suficiente el ambiente social y político de la sociedad china, de sus aficiones futbolísticas y de las complicadas maniobras en los negocios. El autor demuestra que conoce muchos de los lugares en que se desarrolla la novela.
Es una novela tipo realista y de espionaje, que nos describe los manejos que hacen algunas de las naciones más sobresalientes.
SOBRE EL TEXTO:
Claridad: La lectura es muy comprensible para el lector, sin ambigüedades.
Coherencia: La selección de la información, en cuanto a cantidad, calidad, estructura y progresión temática, es muy adecuada.
Corrección: Respeta todas las normas lingüísticas, con algunos anglicismos que dan ambiente a la narración.
Construcción: Está bien construido en función de la situación comunicativa en que se desarrolla.
Cohesión: Se ha mantenido en toda la obra desde el principio al final, a pesar del número de capítulos.
Personajes: Bien descritos en sus facetas, carácter, vestimenta y actuaciones.
Redacción: Poco ortodoxa, pero se entiende perfectamente lo que se quiere decir; es de lectura rápida, precisa y original.
Excelente
Intrigante, dinámico y muy informativo sobre la sociedad china
Se paró un momento y oteó el entorno. Avanzó un poco, entró y volvió a mirar, como lo hacen los espías en su oficio o como anda un jabalí en el campo: olfateando el peligro en el aire, trotando, a tramos y a pasos cortos, atento a los olores y a los sonidos.
El rumano tenía un aspecto recio. De estatura media —quizás un metro setenta—, ancho de hombros y de muslos gruesos, tenía el pelo entreverado de blanco y era tan denso que le cerraba recto en la frente. Cuidaba su aspecto: tenía la cara bien afeitada, probablemente a navaja, sin bigote y patillas medias, ni cortas ni largas. Nada anormal ni llamativo. Vestía discretamente un pantalón vaquero denim, camisa oscura con cuadros de un suave color oliva, bufanda burdeos y chaqueta negra de poliespán, nada de cuero auténtico. Solo un tatuaje asomando levemente por el cuello le podía delatar hace unos años, pero ahora ya no, al contrario: desde que los famosos del fútbol comenzaron a marcarse la piel con tinta, ya todo el mundo va hecho un cromo.
Definitivamente, aquel individuo era un tipo templado. Se quedó parado sin decir nada, inmóvil, escrutando mi cara como si buscase un falso gesto, algo que traicionase mis palabras.
Características de
«El río de las perlas»
de Max Saif
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ISBN: 978-84-1159-606-0
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Tapa blanda con solapas
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15 x 21
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Páginas: 456
Era Boris Popescu, pero Antonio no le conocía. Nadie coincidía en la caja de intercambio de Atocha, en la consigna 123.
Cuando el vigilante regresó, Boris le dio las gracias muy educado y le hizo un gesto imperceptible, después se dirigió a Antonio, que estaba a su izquierda:
—Oye, galán, se te ha caído algo del bolsillo —le dijo señalando al suelo.
Antonio, instintivamente y sin mirar, se agachó. Pensó que debía tratarse de las hojas donde anotaba sus respuestas al juez de instrucción. Buscó entre sus pies, debajo de la silla, bajo la de al lado, donde se sentaba Boris; no veía nada y, cuando se estaba incorporando para preguntar dónde, notó un pinchazo agudo en la base del cuello, a la derecha. Tuvo de inmediato una sensación de mareo, después ansias de vómito… y, finalmente, cayó desplomado de su asiento.
Ya tirado en el suelo, comenzó a echar espuma por la boca, y a contorsionarse frenéticamente con los ojos inyectados en sangre dando patadas.
Capítulo gratis
«El río de las perlas»