El libro
Arte con alfileres nos cuenta la historia de Toni Fernández, un empresario hecho a sí mismo: madrileño, gitano y amante de su familia, para quien «ser una persona decente —como su padre le enseñó—, es su cruz de guía en la vida.
Entre anécdotas y detalles de humor —que hacen muy amena la lectura de la historia—, el autor nos cuenta cómo, sin olvidar nunca sus raíces gitanas y el ejemplo que sus padres le legaron, Toni Fernández ha conseguido convertir la venta en un arte; más importante que vender es conseguir que sus clientas se sientan satisfechas y realizadas siguiendo sus consejos.
«En abril salían las procesiones de la Semana Santa marinera, las que más le gustaban a Elvira: eran sobre barcas y en el mar. Le sobrecogía el denso silencio de tanta gente apiñada, todos expectantes, como esperando una revelación divina. Le impresionaba, sobre todo, ver a la Virgen Dolorosa, sola, envuelta por el rumor del vaivén de las olas. Le parecía que, en sus ojos oscuros y profundos, se concentraba todo el sufrimiento de aquellas mujeres que esperaban saber de su marido, quizás atrapados y perdidos en medio de la galerna. Frente a la Virgen se colocaba el Cristo Nazareno. Allí, oscilando en la barca que lo llevaba, estragado, sangrando clavado en la cruz, Jesús era la viva imagen del dolor ante una muerte cierta y cruel».
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«Ignacio sustituía a Domingo Ortega en Manzanares el 11 de agosto de 1934. El toro Granadino pequeño, manso y astifino, le enganchó por el muslo derecho al iniciar la faena de muleta: él estaba sentado en el estribo, uno de los peligrosos lances que practicaba a menudo. No quiso que le operaran en la modesta enfermería de la plaza y pidió viajar en ambulancia a Madrid donde falleció gangrenado a los dos días.
-¡Qué pena más grande tengo, Amalia!- decía Mariano-, con Joselito pude estar en los momentos más negros, pero de Ignacio no he podido despedirme como Dios manda. Mal fario, mal fario, tuvo prisas, y con prisas no se pueden hacer las cosas bien- decía el abuelo».
-¡Qué pena más grande tengo, Amalia!- decía Mariano-, con Joselito pude estar en los momentos más negros, pero de Ignacio no he podido despedirme como Dios manda. Mal fario, mal fario, tuvo prisas, y con prisas no se pueden hacer las cosas bien- decía el abuelo».

Características de
«Arte con alfileres»
de Max Saif
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ISBN: 978-84-1175-641-9
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Tapa blanda
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13 x 19
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Páginas: 191
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Primera edición: Mayo 2023
«Juan Peña Fernández, "el Lebrijano", padrino de Antón, el segundo hijo de Toni, lo contaba con gran belleza plástica en su magnífica creación, Persecución- una excelente composición nacida del flamenco de fusión-, que marcó época y ayudó a crear conciencia social sobre el pasado del mundo gitano en la España de los ochenta.
Libre, como el aire
libre como el viento
como las estrellas
en el firmamento».
Libre, como el aire
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como las estrellas
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«Arte con alfileres»
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